Rafael ” Tato ” Ospina Cadavid…

Retorna el buen hijo a su hogar... Bucaramanga.
Añoranza que se cumple... Una familia te espera.
Felicidad en tu rostro. Brisa que besa tus parpados.
Arbol viejo. Sombra de verdes hojas. Roble eterno.
Esperanzas inquietas, en este nuevo re-comenzar.
Libertad abrigada con el cariño de tus hermanos...


Tiempos  inventados en servilletas y hojas sueltas
Alumbrando con tus versos, oscuridades ajenas
Tinta en las cuerdas de tu guitarra guajira, nunca
Olvidaran las melodías al compás de tu corazón.


Observas tu ayer. Lima-Perú, Lurigancho, Pabellón 7
Silencios que obligan al encuentro solidario entre rejas.
Poemas en tus hombros y también tu guitarra.
Invadido por la nostalgia del tiempo transcurrido...
Noches amargas, plagadas de tristezas, frias paredes.
Anciana juventud que musitó estrofas de dolor.


Cautivo del encierro, entre murallas, sin horizontes.
Amasaste con lágrimas cada ración de bocado.
Dignificaste tu estadía, formando al hombre íntegro.
Amando a lejanas musas, abrazando cada letra para
Vivenciar tu presencia filosófica, a pesar del claustro.
Invitando a no desmayar, a pesar de una cruz a cuestas.
Dios iluminó tu mente y tu corazón se hizo invencible.


nelson@urra.nu
Suecia, Junio 2012.