Margariteña
de nacimiento, sembró sus semillas
En
los suelos del Caripito petrolero, otrora bonanza de
Refinerías,
Muelles, Comisariato y un excelente hospital. Allí
Cumplió
funciones de bioanalista y a la par atendía
El
kiosko donde tantas personas supieron de su bondad.
Dios sabía de su entrega y ella hizo de su religión un hermoso
Encuentro
de apostalado. Dificilmente tendra un ser igual.
Solidaria
hasta más no poder, en su mirada tierna y angelical.
Guzmán
Ricardo conoció de su estampa de luchadora, y juntos
Abonaron un imperio familiar; hijos y nietos que navegaron el
Río
Caripe y hoy en Estocolmo, Canarias, Zulia,Punto Fijo, Maturín
Caracas,
Guayana y Porlamar, recuerdan tus bendiciones.
Infinitamente
amada abuela Meche. Protectora en mi llegada
A
Venezuela. Como no recordarte hasta el fin de mis diás…
De parte de este eterno agradecido de la vida y de Dios.
Guardaré cada caricia y cada bocado de pan brindado a
Un perfecto desconocido que llegó a tu hogar, para quedarse y
Zanjar un destino y un eterno amor por Caripito. Querida señora
Mercedes, buen viaje al encuentro bendito con quienes
Adelantaron el camino celestial hacia el Creador Eterno.
Nelson Urra, te despide con profunda tristeza en este verso.
Suecia:
nelson@urra.nu
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