29 may 2011
2 may 2011
Lourdes Ramos de Hernández
Dedicado a tu esposo e hijos...
Lula, madre-amiga-hermana. Transcurrido el tiempo, no he
Olvidado tus cuidados y tus benditas manos
Ungiendo mi alma al borde del abismo que conduce a la nada.
Recordaré a través de mi existencia, aquellas letanías... Tu
Decálogo: " Nunca olvides que eres importante".
Ese ayer marchito, marcó el re-nacimiento espiritual
Sobre las ruinas humenates de mi ser...
Reunida tu maravillosa familia, en torno a mi lecho.
Apostaron por el florecimiento de mi primavera, ausente de luz.
Me tendiste un remo, cuando las inclementes tempestades y
Oleajes del infortuito destino, sacudían esta barcaza humana
Solicitando amarras en algún Puerto de la Esperanza.
De tí, agradecido estaré, aún cuando parezca lejano.
Humedeciste mi rostro con sávila, para sanar la herida y
En mi corazón sembrastes alivio y sosiego.
Regresé al vientre de una madre. Volví a
Nacer, cuando el medio día de mi existir, se volvía gris.
Añejabas el vino en sus barriles de roble.
No faltó pan en la mesa y tampoco los manjares de
Dulzura. Estaban tus oraciones y la música sacra.
Estrellas alumbraron cada rincón y en cada
Zona, un altar de luz, diciendo, Levántate y camina sin miedos...
Nelson@urra.nu
Maturín-Venezuela.
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